Bacatá (CUN) | En nuestra tercera entrega de "Vida de Gobernantes", el Señor Presidente de Rino Island Marco Antonio Rino.
El pueblo de Rino Island es representado por el Gran Senado, el cual puntualmente el primer jueves de cada mes, tiene su sesión ordinaria. Pese a lo que su nombre podría decir, en realidad es muy sencilla, pues tiene lugar en un grupo de WhatsApp que se crea al efecto para cada sesión, lo que facilita la vida del Secretario Transcriptor. Antaño, cuando Rino Island era netamente física, las reuniones del Senado eran diferentes. Todos se juntaban en casa del Presidente Fundador Vittorio Rino, se comía asado y se tomaba vino o mate, según la gravedad de los temas. No había acta, pero si mucha pompa y emoción, además de disertaciones de los miembros.
Hoy, día de sesiones, puntualmente se abre el chat y se espera a que Don Benedetto Samperi, decano de los ciudadanos, inicie la sesión. Como Presidente, don Marco Antonio Rino rinde cuenta, preparada de antemano y luego pasan a presentar los proyectos. Cada senador puede presentar uno listo, adjuntando un documento al chat, o proponer un tema y luego traerlo redactado. Las votaciones son espartanas: si bien hay bastante discusión previa, al final se vota con emoticones. Un pulgar arriba, abajo o un pato (abstención) indican el resultado.
Terminados los proyectos, cada uno presenta un tema de interés ligado al Estado, como propuestas o cuestiones de política internacional. Finalmente, don Benedetto da por finalizada la sesión y en la tarde o al día siguiente el Secretario sube el acta al sitio web.
El viernes siguiente, o subsiguiente si no fuera posible, todos se reúnen amablemente a conversar junto a algunos vituperios. De preferencia se acude a algún bar local, donde se reviven viejas tradiciones preparando las actividades del mes e inclusive del año. La tradicional comida que acompaña las sesiones es la "chorrillana" de la cual presentamos una foto del plato.
El lector de LA GACETA se preguntará ¿Por qué los rinoislandeses hacen las sesiones ordinarias por un chat y luego se juntan al día siguiente para hablar de la vida? ¿no sería más fácil hacer todo a la vez?
Y es que Rino Island está fuertemente influido por un aforismo de Sócrates: guarda en todo, la mesura. Cuando han tenido bajos, ha sido por faltar a ello y cuando los gobernantes no han llenado ese ideal. Por eso, el día jueves es todo seriedad y orden y el viernes es día de distensión, de las conversaciones de la vida y los proyectos a futuro, como el museo de filatelia, que así nació. Los veranos, ya sin clases, comentan sobre libros y se diserta sobre las áreas de trabajo o estudio de los demás. ("Es imposible juntar los diez Senadores y el Presidente en un solo evento, generalmente asistimos cuatro; el Presidente y tres Senadores) y los demás envían buenos deseos. En el chat la asistencia es impecable". Marco Antonio Rino).
Importante señalar que Rino Island, pese a ser un país católico según la Constitución, respeta profundamente la libertad individual, por lo que no se realiza ninguna actividad religiosa propiamente tal, salvo actividades voluntarias de uno u otro.
Como el Señor Presidente suele quedar agotado o labores del mundo terrenal ocupan los tiempos, mucho de esto es desarrollado por el buen Ministro Anastasio López, quien para buena ventura disfruta de mayor tiempo libre.
El Presidente Marco Antonio Rino aclara ciertas curiosidades propias de Rino Island:
Pato: La copa de abstención es bien curiosa. En cierto ágape organizado para celebrar el primer año del proyecto, en cada de un ex ciudadano, varios contertulios discutieron encarnizadamente sobre cual era el primer vuelo en avión de la historia. Unos se lo achacaban a un estadounidense, otros a un ruso y algunos a un chino. Sin saberse claramente de dónde, a alguien le cayó un pato de peluche, cuestión que ocasionó risas y concluyó la disputa. Ese pato es visto en los vídeos de pato pictures, en nuestro canal de Youtube.
Chorrillana: Plato chileno mezcla de papas fritas, carnes variadas, longanizas, huevo frito y cebolla caramelizada, adobada con salsas. Últimamente la hemos tratado de cambiar por ensaladas, sin éxito.
