Jueves, 26 de Enero de 2012
Bacatá (CUN) | La siguiente es una formula para todos aquellos que odian a Israel y a los judíos:
"Sugerimos a todos los antisemitas que lean esta importante nota y  cumplan estrictamente con lo propuesto en este documento, ya que está  completamente de acuerdo con su filosofía. Es fundamental, que ningún antisemita tenga contacto con alguna influencia judía. Por ello se sugiere lo siguiente:  
Un antisemita que padece sífilis no debe permitir que lo curen  con Salvassan Compuesto, que es un medicamento descubierto por un judío,  Ehrlich. Aquél no debe ni siquiera hacerse el análisis que le permita  determinar si tiene dicha enfermedad, puesto que estaría utilizando la  reacción Wasserman y Kahn, que sirve para esa finalidad y que fue  descubierto por esos científicos judíos.Un antisemita que se haya contagiado de difteria no debe utilizar  la reacción Shick para curarse, porque el judío Bela Shick fue su  inventor. Los antisemitas deben estar dispuestos a que se les eleve su tasa  de mortalidad a fin de nunca permitir ser tratados por el método  inventado por el judío Robert Baram, cuyo sistema para el tratamiento de  daños cerebrales y al oído ha salvado millones de vida. Los antisemitas que sufren un colapso de su sistema nervioso no  permitan que se le envié a una clínica especializada, ya que deberían  rechazar los resultados de las investigaciones de un judío, ganador del  Premio Nobel: Otto Levi. 
 
El antisemita de cualquier edad debe evitar el empleo de las  vitaminas, porque el descubridor de su valor nutricional especial fue un  judío, Kasimir Tunk. 
 
El antisemita debe continuar muriendo o permaneciendo inválido  por parálisis infantil, porque el descubridor de la vacuna  anti-poliomielitis era un judío: el Doctor Jonas Salk. 
 
El antisemita debe negarse a emplear la Estreptomicina aunque  muera de tuberculosis, porque un judío, Zalman Waxman, invento la droga  contra esta enfermedad mortal. 
 
Si un antisemita sospecha que tiene gonorrea, no debería tratar  de obtener diagnóstico alguno, porque estaría empleando el método de un  judío, Neisser, ni el medicamento Digilatis, descubierto por el judío  Ludwig Traube y si sufre de dolor de muelas no debería emplear derivados  de la cocaína ya que estaría siendo beneficiado por los trabajos y  descubrimientos de dos judíos, Widall y Weill. 
 
Si el antisemita padece Diabetes, no debería aplicarse insulina  debido al trabajo de investigación de un judío, Minkowsky. Si padece de  jaquecas no debería utilizar Piramidon y Antipirina debido a los  trabajos de los judíos Spiro y Ellege. 
 
Un antisemita con convulsiones debe soportarlas con paciencia,  porque fue un judío, Oscar Leibovich, quien pensó en emplear hidrato de  cloral. 
 
Todo antisemita debe soportar sus enfermedades psíquicas, porque Freud, el padre del psicoanálisis, fue judío. 
 
Los doctores antisemitas deben descartar los descubrimientos y  avances logrados por los trabajos realizados por los premios Nobel,  Mein-Voitear, Brangaj y Otto Warburg, del dermatólogo Yehuda Sehn  Bonediel, del neumonólogo Trawnkel y de muchos otros científicos y  médicos judíos de renombre mundial. Y un poquito más: estarán condenados  a padecer cáncer sin que se los pueda diagnosticar y sin que se intente  una cura, para no emplear los descubrimientos del premio Nobel  argentino, el Doctor Cesar Miltein, obviamente judío. 
 
En pocas palabras, un antisemita auténtico y leal debe soportar  en forma valiente y consistente: La sífilis, la gonorrea, las  enfermedades cardiacas, la jaqueca, el tifus, la diabetes, los  desórdenes mentales, los daños cerebrales, la poliomelitis, la nutrición  deficiente, las convulsiones, la tuberculosis y morirse de cáncer. 
 
¡Ah!, y por último, ya dejen de usar Facebook ya que los creadores (Mark Zuckerberg) y dueños son judíos.
 Los antisemitas no deben usar ropa de Calvin Klein, ya que es una marca  judía. Así como Ralph Lauren o Levin Jeans. Tampoco deben ver peliculas  como Stars Wars, creada por un judío, Steven Spilberg, y actuada por  varios judíos, entre ellos Natalie Portman. Tampoco deben ver películas  de Woody Allen, ya que era judío, ni creer en políticos como Leon  Trotsky, Engels o Marx, porque eran judíos, tampoco usar bolígrafo,  porque quien lo inventó era judío."
Conclusión: No hay cabida en este mundo para un antisemita
Fuente: http://forojudio.com/bin/forojudio.cgi?ID=6750&q=24